En el tema de enfermedades transmitidas por vector, el dengue resulta una seria amenaza para la Salud Pública que requiere de la formulación de estrategias intensivas de prevención, vigilancia y control. Por ello, los días 20 y 21 de febrero, se llevó a cabo en la Sala del Consejo Nacional de Salud “Dr. Guillermo Soberón” de la Secretaría de Salud, el Taller Regional del Programa de Enfermedades Transmitidas por Vector en coordinación con personal de las distintas secretarías de salud de los estados.

Las labores se dividieron con la distribución de las entidades en dos bloques de trabajo, quedando conformados de la siguiente manera:

1) Baja California Sur, Chiapas, Colima, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán; y

2) Aguascalientes, Baja California, Campeche, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Durango, Estado de México, Guanajuato, Querétaro, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.

El taller a cargo del Dr. Ruy López Ridaura Director General CENAPRECE; el Dr. Ricardo Cortés, Director General DGPS; el Dr. José Luis Alomía Zegarra, Director General de Epidemiología; el Dr. Gustavo Sánchez Tejeda, Director de Vectores, CENAPRECE y el Mtro. Fabián Correa Morales, Subdirector de Vectores, CENAPRECE, tuvo la finalidad de hacer la Revisión del Plan Trabajo contra las Arbovirosis en México para este 2020, evaluando el panorama nacional y la problemática particular de cada entidad con el objetivo particular de identificar aquellas situaciones que demandan una atención inmediata y, anticipando las dificultades que pudieran presentarse en un futuro. La priorización de problemas, se realizó con base en los criterios de morbilidad y mortalidad general o específica, así como la discapacidad individual que producen, la carga social que generan y la disponibilidad de intervenciones efectivas y de bajo costo que puedan aplicarse a la población.

Usualmente, las condiciones para la proliferación del vector se presentan en comunidades donde prevalece la desinformación sobre el tema, así como la carencia de prácticas de autoprotección que prevengan de un posible contagio. Las prácticas de autoprotección, se refiere al uso de insecticidas, eliminación de criaderos, uso de mosquiteros, programas de descacharrización, etcétera.

Así, uno de los retos principales consiste en fomentar entre la población acciones anticipadas para la prevención y control de arbovirosis, creando consciencia entre la comunidad.